4 dic 2009

Noche de locos

Regresa el mar a su orilla, y la brisa suave acaricia la arena. Una ligera neblina, una cierta humedad, inunda el aire de mi cabeza.
Altas las nubes se pasean, vanagloriandose de sus gigantescas formas esponjosas, se pasean sobre el bosque verde, bosque mojado, bosque de mi alma.
Soledad, desolación. Como el desierto infinito de mi corazón. Corazón oscuro, corazón marchito. ¿quién será el próximo en darte alivio?
Alivio pasajero, alivio fugaz. Luego se van, como aves al viento, como barquitos de papel en un oceano inmenso.
Noche de locos. Noche de locos en que te recuerdo, y reviven mis pesadillas profundas y ocultas. Pesadillas de soledad, de lujuria.
Pesadillas en que te veo sereno, sentado en el trono echo de cristales rojos, cristales rojos de mi corazón roto. Pesadillas en que vuelan al viento tus recuerdos, y yo corro tras ellos, tratando de recuperar tu aliento, tu abrazo... tu ausencia.
¡insensato! ... que crees que puedes atormentarme en mi propio sueño, en mi propia mente. Y sin embargo cada noche, noche como esta, noche de locos, regresas.
Regresas como el mar a la orilla, y te paseas, trayendo como trofeo mi cordura por el desolador paisaje de mi inconciencia.

Pero debo decirte, que al final no ganas ni pierdes. Ni soy yo la victoriosa. Porque al despertar nada recuerdo de tus torturas. No puedo verte, oirte, recordarte... y sin embargo, continuas allí, en ese lado oscuro de la luna... imposible de divisar... pero allí, al fin y al cabo... allí...

4 nov 2009

La responsabilidad de vivir en un presente poderoso

En la época actual, el hombre tiene un poder inmensurable, que surge de los avances y desarrollos tecnológicos obtenidos mediante la curiosidad y ansias de poder. Es un poder grandísimo sobre las cosas y los hechos. En fin, un poder que resulta imposible de limitar solamente a los efectos que tiene en el presente. El hombre de hoy vive con este poder sin darse cuenta de lo que es capaz de provocar al futuro, y esta ignorancia es una verdadera y real amenaza, para la subsistencia del planeta mismo y también de los seres humanos, como también para su entendimiento como seres humanos. Es una amenaza que pone en peligro la identidad del ser humano como ser racional y lógico, capaz de hacerse consciente de sus actos y hacer algo al respecto.

Frente a esta amenaza, este miedo a causar más daño del que se pueda soportar o sobrevivir, es que Hans Jonas nos propone acompañar este desarrollo frenético a un principio fundamental, que nace con la capacidad del hombre de hacerse consciente de que sus actos son fruto solo y exclusivamente de lo que él hace, el principio de responsabilidad.

Un principio que nos ayudaría al momento de pensar que el desarrollo tiende a infinito y donde los intereses personales chocan con la ética y la moral. Un principio que serviría de guía, que encausaría los desarrollos y el conocimiento hacia un fin mejor y más saludable, más seguro para el ser humano y para el planeta.

Y bajo el amparo de esta responsabilidad hacia el futuro, hacia el mismo ser humano, hacia el planeta y hacia la conservación de la ética y la moral, es que se vislumbraría una salvación, una luz al final del túnel donde el día de hoy la sociedad y el futuro se hallan.

El cambio de la ética y el principio de responsabilidad

Se entiende por ética el “conjunto de principios y normas morales que regulan las actividades humanas”₁.

Como se ha observado a través de la historia la actividad humana ha cambiado. Y no solo en el sentido práctico de la palabra sino que ha cambiado el fin de las actividades, los intereses tras esas actividades y la forma de realizar éstas.

Proponiendo un ejemplo bien simple, en la época antes de los grandes imperios, un campo era cultivado para obtener comida. El fin fundamental del cultivo era tener alimento para no morir de hambre, y se cultivaba solo aquello que se necesitaba. Se rendía honores a la tierra y se la respetaba por proveer aquello que se necesitaba para no morirse.

El impacto que este cultivo podía tener a nivel global es nulo. Quiero decir, las plantas eran también las plantas que se daban naturalmente en el lugar, y no podía ser extensiones de terreno extremadamente grande, porque el agricultor no tenía capacidades extraordinarias.

Hoy en día, un campo es cultivado para obtener de él un producto determinado que produzca ganancias en el negocio. Aquello que se pretende es producir siempre más, por lo que siempre se cultiva dependiendo de la demanda de tal o cual producto, y no aquello que la humanidad necesita realmente. Y la tierra es considerada un limitante para la buena producción, y por esto se le agregan fertilizantes, insecticidas, tubos para irrigación y una infinidad de cosas que erosionan el terreno, que luego queda inutilizable por bastante tiempo.

Los cultivos de hoy en día son potencialmente un peligro para el medio, ya sea por el impacto químico (los fertilizantes) o biológico (insecticidas y súper-especies de plantas que compiten contra las especies salvajes), ya sea por la contaminación no solo del suelo si no que del aire y del agua. Las porciones de terreno cultivadas representan grandísimos territorios que desplazan el curso natural de las cosas (bosques, cursos de agua, praderas, etc.), y todo esto es posible gracias a los avances tecnológicos que van orientados a abarcar más terrenos y a producir siempre más y más.

Admitir este cambio en la actividad humana, nos obliga a admitir que la ética debe ser una distinta. La ética hasta hacia un tiempo, estaba centrada principalmente en el hombre y sus consecuencias inmediatas, dejando las consecuencias en el futuro lejano al destino. Además de esto estaba centrada más en la esencia del hombre que en la capacidad transformadora del mismo. Esta ética no responsabiliza a nadie sobre las consecuencias de los actos que no sean contemporáneos al hombre que vive.

Pero ahora bien, considerando la magnitud de la acción humana actual, de las consecuencias que pueda tener en el futuro, de lo peligroso que puede ser el no responsabilizar a nadie de lo que hoy nos toca vivir, es necesario un cambio en la mentalidad, un cambio en la ética, y que esta aborde temas que antes no se abordaban, como la responsabilidad del futuro.

Son necesarias normas y principios que regulen y encaucen el desarrollo del ser humano, que lo conduzcan por un camino en donde el mañana sea un mundo habitable. Y por ende una ética que se centre en la responsabilidad, en hacer al hombre consciente de sus actos y responsable de cada uno de ellos, y de sus consecuencias inmediatas y posteriores a su muerte también. Esta responsabilidad debe de ser fundamental en el nuevo concepto de ética, debe de ser uno de los principios más que fundamentales.

Pero de esto pueden surgir dudas ¿Porqué necesitamos hacernos responsables? ¿Es que la naturaleza no soporta la acción humana? Pues la respuesta es no, la naturaleza es absolutamente vulnerable a la acción del hombre contemporáneo, y el hombre contemporáneo es: todos nosotros. Esto es difícil de dimensionar, pero es necesario. Cada uno de nuestros actos, como sociedad y como seres humanos es causa inevitablemente de consecuencias que no alcanzamos a vivir. Por ejemplo, considerando un país que instala una central nuclear, con vida media de 50 años, quien la instaló, probablemente no viva el desmantelamiento de la misma, y muy probablemente no vivirá las consecuencias de los residuos radioactivos que esta desecho en su funcionamiento, cuyos efectos perduran por muchos años, incluso después del desmantelamiento de la misma central.

Todos sabemos que los daños que producen los desechos radioactivos son terribles en el medioambiente, y que pueden provocar catástrofes. Es por eso que es necesario incluir en la ética el principio de responsabilidad, haciendo las cosas con una mirada hacia el futuro, y los efectos que puedan causar en él nuestros actos de hoy. Pero no hablo solo de una mirada vaga y superficial, donde solo se estudien las posibles consecuencias de los actos sin verdaderamente tomar enserio que aquellas consecuencias son causas de nuestros actos.

Por eso es que Jonas nos propone una máxima del tipo “Incluye en tu elección presente, como objeto también de tu querer, la futura integridad del hombre”₁, donde nos invita a pensar en el futuro, e integrar en nuestro diario de vivir la conciencia de que nuestros actos tienen repercusiones.

Hombres que miran al futuro

Como bien dice Hans Jonas, es necesario un cambio radical en el hombre. Un cambio en su cultura y lo más profundo de su pensamiento, y que en él se ancle un sentido de responsabilidad hacia el futuro, hacia la prosperidad de las generaciones futuras. Un sentido de responsabilidad que debiera estar presente, pues el ser humano, como todo ser vivo, vive de los impulsos que lo llevan a reproducirse y procurar la permanencia de su especie en la tierra. Si el ser humano no incluye en su modo de accionar y de pensar las cosas un sentido de responsabilidad sobre sus actos, nadie asegura que el mañana sea un mundo habitable.

Debe ser un cambio profundo que parta desde hoy, en la educación de nuevas generaciones y un cambio también en la mentalidad de las generaciones actuales. Nadie dice que es fácil, pues como se sabe, un cambio de mentalidad no se da en un día ni en un año. Lograr convencer a la gente de que la tierra era redonda, costó muchísimo.

Hans Jonas es un hombre que se atrevió a mirar al futuro lejano con objetividad, y ocuparse de que no ocurriera aquello que él había visto. Hombres con un sentido de responsabilidad tan grande como él son pocos, y sus frases son recordadas y repetidas, como por ejemplo “[…] Intentad dejar este mundo un poco mejor de como os lo encontrasteis y, cuando os llegue la hora de morir, podréis morir felices sintiendo que de ningún modo habréis perdido vuestro tiempo sino que habréis hecho todo lo posible […]”₂, pero son frases que para la sociedad actual son solo clichés, y no verdaderos lemas, son adornos del lenguaje, pero no algo que ponga en práctica. Y es precisamente la práctica lo que hoy en día el futuro necesita


₁Ética: pequeño Larousse ilustrado, edición del año 2002

₁ “El principio de responsabilidad”, Hans Jonas pág. 40

₂ Frase de Robert Baden Powell, fundador de los scout

Funtes:

“El principio de responsabilidad”, Hans Jonas


14 oct 2009

cuando la vida se extingue en los ojos y brilla en el alma

En el momento preciso en que me transmitieron la noticia, todo, absolutamente todo dejó de tener un real sentido. Olvidé todo lo que a mi se refería, mi nombre y quien yo era. Me convertí por instantes en un ente puramente echo de presente, de presente real que siente. Todo dejó de tener sentido, las palabras que más adelante una amiga pronunciaba, con la voz medio quebrada, el llanto de las decenas de mujeres que alli se hayaban. En mi mente absolutamente vacía rebotaba aún la frase que pronunció la Fiorella entre llantos a mi oído, y yo no era capáz de comprenderla. Intentaba en vano desmigajar la frase, partirla, hasta comprender su verdadero significado, profundo, algo, una luz, que me dijera que lo que había escuchado no era simplemente eso. Una frase de cuatro palabras a la que no me sentía capáz de atribuirle un real significado, algo que fuera tangible. Estaba en shock. El circulo de desvaneció y muchas se quebraron frente a mis ojos, y yo seguía allí como naufrago en un mar de incomprensión infinito, que vino a canalizarse pronto cuando me abrazó mi primo. Y fué como si de golpe me hubiesen devuelto la capacidad de comprender el lenguaje. Tal cual... la frase, era simple, bien echa y bien fromulada. Ningun error se sintaxis ni pronunciación, solo éso que entre llantos huyó de la boca de la Fiore, nada más ni nada menos de lo que en esas palabras se escondía.
Desde allí una pregunta empezó a asediarme... ¿porqué?. Buscaba un motivo, ¿Porqué? ¿porqué?, mientras iba descubriendo en mi misma el llanto, el desconsuelo, y todo ese mar de incomprensión ser transmutó en un mar de pena, nostalgia, rabia, impotencia. ¿Porqué?... me acompañaba en cada paso, en cada latido, ¿porqué?, una razón, un motivo, vislumbrar algo, por infimo que fuese.
A ratos la noticia se me guardaba en el pecho, en lo profundo de él, se alojaba allí largos instantes, instantes que herían silenciosamente, perforaban con cada uno de sus porqués.
Hoy, después de 2 días de que me lo dijeran, aún siento que el ¿porqué? me acompaña, más disuelto, más frágil, más debilitado, pero me acompaña, como una pregunta terca que no me quisiera abandonar.
Mi porqué en todo caso, no es un poqué que pueda aplacarse aquí en la tierra, aquí en mi vida mortal. No es un porque que busque y escarve en los motivos reales del fatídico echo. Es más bien un porqué que intuye algo más profundo en el echo, es un porqué que busca un sentido en mi vida, es un porqué que busca un sentido en este mundo. Un porqué que trata de entender porque seres tan bellos como ella sufren tanto, porqué personas hermosas como ella son capaces de llegar a esa resolución y porque flaquean sus fuerzas, porque la gente pierde a veces la esperanza y la fe, porque existen las injusticias, porque...
Porqué ella deja tantos corazones conmocionados, que no pueden hacer más que mirar y tratar de consolarse.
Respeto profundamente la decisión, y valoro su valentía.
Y creo. Creo que más allá de los llantos, la pena, la impotencia, existe algo más. Él. No se si sea energía, Tao, Jhá, Yhavé, Él... pero el sabe el porqué que busco, el tiene la respuesta. Tengo la confiaza puesta en que existe un bien que ordena los sucesos de manera tal que existe una armonia universal en las cosas, un equilibrio.
No nos queda más que seguir adelante.
Ahora si, nuestros recuerdos cobran una especie de valor especial. Son ahora pequeños tesoros, diamantes invaluables en nuestra memoria que evocaremos ahora con cariño y nostalgia. Risas complices en algunos casos, pena en otros. Pero recordaremos su sonrisa, su risa, como un tesoro escondido y que jamás pasará al olvido definitivo, como a veces suele pasar con las cosas que nos acostumbramos a que siempre estaran ahí, o que tenermos la estúpida certeza de que no se irá, aunque esté errada nuestra creencia.
Y si bien nos cueste ver a ratos el nuevo amanecer que ahora se despliega, con esta nueva forma de percibir la vida ya sin ella aqui, pero con ella dentro de nosotros, debemos seguir con más fuerza que nunca delante, porque estoy segura de que la vida continua para todos, continua a pedazos, tropezando a veces, torpe en otras. Porque está claro, algo de nosotros muere con ella también, pero si la sobrevivimos, es porque la vida continua para el resto, y aunque sea dificil, continua. Y es lo que ella hubiese querido probablemente, que la vida continuara sin ella aquí, pero con ella en cada una de las personas ... que allí estubimos y que no estubimos.
Fuiste un gran ejemplo para algunas, una gran amiga.... pero ante todo una gran persona.
Podría seguir... infinitamente escribiendo y describiendo lo que ahora siento, que es confusión pura y contraposición... pero terminaría por no decir nada al fin... porque está todo dicho, y no hay más que decir.
Te recordaré con cariño.
Un abrazo afectuoso y que encuentres la paz que buscabas. Mis mejores deseos para ti.
y hasta algún día...

4 oct 2009

Pienso...

cansancio. pesado, denso. Cierro mis ojos.
Mi cabeza da vueltas y yo aqui,
tranquila pienso en esto y aquello.
Y pienso en que en noches como esta,
a veces me sentí transpasada por eso,
eso que llaman lujuria, pasión, placer.
Y también en noches como esta perdí
el rumbo de mi vida, de mi misma,
me perdí, en mi misma... te perdí.
A veces las noches sin estrellas ni lunas,
noches nubladas como ésta, frias,
Son noches en que recuerdo fuegos,
lluvias, piel, calor, frios y escalofrios.
Respiraciones aceleradas, arritmias.
Deseos, anhelos, ansias, inquietud.
Porque fué en noches como esta,
noche frías, y a veces la luna de testigo
en que yo, precisamente yo...
Brillé distante como una estrella,
fuí fría como un témpano,
me enajené como un demente.
Hice, dije y pense cosas que
no son ni fueron jamás mias. Palabras,
solas, sensaciones... de las cuales
solo queda un recuerdo fugaz y vago
de lo que fué y no pudo nunca ser.
Porque me era ajeno, porque simplemente
no fui yo. No fui yo quien deseo fervientemente,
ni la que besó apasionadamente, ni amó.
cansancio. pesado, denso. Cierro mis ojos.
Mi cabeza da vueltas y yo aqui,
tranquila pienso...

13 sept 2009

el viaje

Es emocionante, me da ansias y me cuesta dormir. El vuelo, las alturas. Buenos aires y aires buenos... Bueno... eso estara bueno. Caminare por las noches de esa ciudad..que dicen, tiene un "no se que". Veré un rio, me despertare temprano. Quiza y si escuche algun tango. No comere carne. eso jamás. No introducire entrañas dentro de mis entrañas. Mis entrañas, queridas entrañas. Dejaré esta ciudad un poco gris, un poco verde. Plasmada de mi estress, de mis obstaculos. Pause. Mis ojos cansados se cierran un poco, mientras mi cuerpo se despierta otro. Historia, ingles, fisica. Basta ya!. No resisto, esta bien. Me duele un poco, pero es mejor, asi recuerdo que estoy viva. Viva?...y que es eso?... no estube siempre viva?... como no podria estarlo?. Quiza estoy muerta y creo estar viva. O quiza crei no vivir mientras vivia y hoy estoy muerta. Es asi?... podria suceder? Quiza, quiza...solo que ahora debo dormir, dormir para soñar que vuelo sobre las nubes, los montes, los andes. Esa nieve resplandeciente, esa altura. No... no... no es solo eso.
Querido amigo... no es solo eso. Me voy, es mi despedida mas cordial. Adios, un beso.... quiza si una flor. Quiza no. Que importa ya, debo marchar. Un pie tras otro, un aleteo, luego el otro. Ya estoy en el aire. Ya me voy...

Ya me fui