Exámenes

Me arden los ojos... y me duele la cabeza, de no ser por eso es probable que estaría estudiando. Hay muchas cosas revoloteando en mi cabeza, cosas que me hacen mal y cosas que me hacen bien. En todo caso, me siento afortunada de las personas con las que  vivo (bueno, de los animales también) en momentos así, cada uno me da apoyo como puede, considerando que soy insoportable cuando estoy estresada/triste/enojada. Habitualmente me encierro a estar sola, cuando lo único que desearía es que alguien echara abajo esa puerta que me separa del mundo y me abrace, me abrace fuerte. Un par de palabras alentadoras y basta. Ninguna palabra a cerca de la resolución del problema, de algo que no hice/hice, causas, motivos, circunstancias o consejos me han echo sentir mejor. En el fondo solo necesito saber que no estoy sola, que hay una mano en mi espalda ayudándome a resistir, sea lo que sea. Un abrazo largo y apretado, un beso en la frente y que no saquen la mano de mi espalda.

No me la va a ganar... estoy segura de que no.

Los pájaros y los nudos que me acompañan

Despertar con sueño y dolor de espalda, animarse en la ducha, creer que puede ser un buen día. Llegar a tomar desayuno justo cuando el resto se levanta de la mesa indica algo desagradable, alli me esperan mis pájaros negros. Alguien se mató en el metro, así que todo anda más lento. Combinación en Baquedano, Plaza de Armas. El olor de la carne podrida igual que todas las mañanas. En la micro diviso conocidos, pero no tengo ánimo de saludar. Lucho contra el sueño, bostezo y mis pensamientos son confusos. La clase es algo incomprensible, entonces sueño... Algo bonito, te iba a ver, y no importaba la clase. Despierto, no iba a verte y la clase seguía siento indescifrable. Converso con unos amigos, estoy preocupada por otro ramo, y por este. Siento que soy mas tonta que antes, que no entiendo las cosas, que no soy capaz... quizás tengo algo en la cabeza que no me han querido diagnosticar. Al almuerzo pierdo a mis amigos por ir a otro lugar, entonces almuerzo a solas, leyendo la materia del ramo fatal. Almuerzo entonces, solo en compañía de esa angustia. Algo de ánimo me ataca a ratos. Pero todo el día he tenido ganas de llorar. Me hacen falta esos hombros fieles de amigos en quien confiar, solo quiero llorar. Más clases que parecen cosas de nunca acabar, como espirales infinitos que bajan al mar. Libertad por fin, calor sofocante. El viaje fue de política y medidas de salud pública. Llego al fin a mi cama, esa que me hizo dormir mal. Tengo un nudo en la garganta que no me quiere dejar. Ahí esta ella, los mejores brazos para abrazar, que no me abrazan, porque hace calor, porque hay tanto que hacer, lavar. Entonces tomo mi once sola mientras tu fantasma transmite palabras que no me ayudan a mejorar. Sobre mi dan vuelta pájaros negros, todo me quieren quitar. De mi inteligencia llevan bastante, de mi ánimo más. Siento que van a por ti, que pronto te quieren llevar, que mis lagrimas suicidas se van a lanzar. Quizá huyeron ya algunas, por palabras de frío glacial. Los pájaros se llevarán todo... incluso el viento y la sal.

campo de trigo con cuervos - Van Gogh

YO... soy

No me gusta el sushi, y tengo pocas amigas. Tengo muchos mas amigos, aunque pocos a los que puedo contarles cosas. Suelo ser reservada, pero porque hoy en día la gente suele no preguntar... Si algún pobre cristiano se le ocurre preguntarme, he ahí toda mi historia, sin tapujos, sin vergüenzas, aunque  tengo un par de secretos que no le cuento a nadie. Soy risueña pero de ánimo delicado, me irrito y me ofusco con algunas sutilezas. Me gusta la soledad, pero solo si es con libros y alguna mascota... y la detesto para almorzar. Paso por periodos egocentricos en los que siento que todo debe ser para mi, todo confabula para mi o contra mio, y siento que todos mis problemas valen mas que cualquier cosa. Pero se me pasa, recapacito. Me gusta el teatro, escuchar música, leer libros, participar de eventos culturales -mejor si tienen cocktels-. El ballet me recuerda a mi infancia, aunque nunca bailé. Tengo una mujer femenina escondida en el fondo, aparece como impulsos locos y por aficiones extrañas. Soy bastante despistada y mi memoria es extremadamente selectiva, me gusta pensar, escribir, dibujar y tomar café. A veces imagino mi futuro abriendo personas con un bisturí e intuyo que algo de asesino y morboso debe de tener mi inconsciente. Suelo recordar cosas irrelevantes, me enfermo con facilidad y me gusta el ocio. Mi estación favorita es el otoño y le sigue el invierno, me gusta comer, abrigarme con bufandas y que el vapor de un te caliente mi nariz. En el fondo me gusta estudiar, pero me carga que me evalúen lo que estudio y cómo lo recuerdo. Vivo estresada por cualquier cosa, somatizo y me duele la espalda, me fasciculan los músculos y duermo mal. Cuando quiero a alguien, hago sacrificios en silencio por esas personas, jamás se los digo y luego sufro en exceso cuando me decepcionan. Aún no aprendo a equilibrar sacrificio/sufrimiento. Soy regalona, no me gustan las multitudes. Me molesta el olor a cigarro y el olor que tienen los ebrios. Los ebrios me producen una mezcla se asco y miedo, quizás por eso no me gusta "carretiar". Me gustaría hacer escalada, porque me encanta la naturaleza, los paisajes y el aire libre. De chica pensaba ser entomologa, después quise ser bióloga-ecologista, también pensé en ser profesora de arte para niños. Finalmente me decidí por medicina. A veces me siento indefensa. Me angustio con facilidad. Me gusta el chocolate, el manjar, la nutella y me encanta cocinar. Finalmente ...Soy especialista procrastinando, como lo hago ahora.

Las flores mas lindas del mundo

Al igual que el Principito tenía su rosa, Damian tenía su orquídea. Pero claro, Damian no vivía en un asteroide, ni mucho menos podía huir de su flor por muy egoista que ella fuera, puesto que tampoco era propiamente de él. Sentía una especie de amistad profunda con aquel ser. Por cosas del destino, se había encontrado con aquella planta en la casa de un pariente que debió -por motivos que no interesan- mudarse. Se quedaba largos ratos admirando sus flores, sus formas, sus mensajes. Comprobaba que tuviese suficiente agua, abono, luz, temperatura... A veces incluso pensaba en ella cuando estaba lejos de casa.

Pero pasaron años y Damian se encontró de pronto con montañas de proyectos que debía revisar en casa o quedarse hasta muy tarde en su oficina. Apenas si se acordaba de ponerle algo de agua a su flor. Además estaba empezando a salir con un chico y parecía que se venía enserio.

En un intento desesperado por sobrevivir la orquídea formó una gran flor llena de colores, como queriendo llamar la atención pero Damian apenas si notó ese prodigio de la naturaleza.

Desde ese momento la Orquidea decidió no volver a florecer más. No importaba el cuidado que Damian pusiera en aquellas hojas suculentas de puntas quemadas por la sequía de algunos meses y la luz directa del sol, nunca más vio asomarse un tallo, esos que precedían a las flores mas lindas del mundo.

Reencuentro con ese sentimiento...

Latido acelerado, mandíbulas apretadas, vista fija... una inquietud que me invade y una temperatura en el pecho. Hace tanto que no lo sentía tan claramente...

11 de septiembre

40 años del Golpe. Ese período incómodo de hablar, sea porque a algunos les produce mucho dolor, o sea porque otros no saben cómo defenderlo. Me es difícil imaginar el dolor que se pudo haber sentido, el miedo mezclado con impotencia, rabia, abandono. La incertidumbre... Es algo que me deja sin palabras.
Por estos días con todo el boom de información, me da por sentir nostalgia de un pasado escondido. Esos viajes interminables del metro, mirando las luces del túnel, resuenan en un recuerdo de infancia mezclado con recuerdos que no son míos "venceremos, venceremos..." y recuerdo el canto al programa,ese proyecto de Chile que desde tan niña me creí. Y yo creí que Chile era así.

Pero a medida que fui ganando años, me di cuenta de que los carabineros no son nuestros amigos, que la tierra no es de quien la trabaja, que la educación es para los que tienen suerte o plata en su defecto, que la constitución es una gran estafa... y que no vencieron. Que no vencieron nuestros padres, no venció el pueblo. El odio por incomprensión se llevó a grandes personas de Chile y hoy somos (des)herederos de esa mutilación. Con una democracia que "funciona", que por lo menos no nos matan a destajo -porque a algunos los matan igual y la justicia brilla por su ausencia-. Pero ahora la tortura es otra... es el sistema y es contra todos, independiente de su tinte político, situación económica, nivel educacional.

Hay cosas que no se perdonan.

http://www.youtube.com/watch?v=u0iBuNKUMcY

Malas vibras gratis

No se si será por reclamar gratis... pero cada día me molestan más las redes sociales y sus inquilinos que publican fotos de lo que comen y exponen sus vidas como si a alguien le interesara "ay que cansada" "No puedo ni ver mi agenda" "Todo lo que es chato" "En el Starbuck con mi pololo" "Copuchando con las Perris".

¡Deja de mirar tu celular/computador/tablet/artefactoquesea! vive tu puta vida... ¿o acaso ya estas tan vacío que no eres capaz de disfrutar? 

Lee un libro, saborea tu comida, siente el aroma del café y deja esa maldita pantalla a un lado.

Y suena tan irónico que lo reclame a una pantalla...

La radio

Queda sonando en la cocina un partido de fútbol, habla el locutor de melaminas, de la pelota que se va, de los pases y créditos de algún banco. Pero no me interesa, la cocina quedó sola y me quedé sola esperando que esta noche te quedaras a dormir. Siempre que vienes sintonizas tus radios, que luego quedan rellenando el vacío que dejas. Quizás no apago la radio precisamente por eso, ocupa un silencio que no me atrevo a enfrentar.

El valor del vacío

Cuando descubrí que en la sociedad actual un papel en blanco tiene mas valor que un papel escrito, me di cuenta de lo mucho que ha cambiado la cultura. Es por lo que consideramos que los niños son mas importantes que cualquier otra edad, es la potencialidad, la oportunidad del todo, "emprendimiento"... el creer que podemos partir todo de cero sin mirar atrás, creyéndonos invencibles, inmejorables, el fin de la evolución por vivir en el presente.
¿En que momento el anciano dejó de ser el sabio? ¿En que momento la experiencia se volvió solo parte del curriculum y no algo que te hace mas valioso como persona? ...
Tantas veces se ve que cometemos los mismos errores, por no pensar en lo que se hizo antes de hacer. Querer partir de cero, es olvidar de donde vienes, es borrar parte de ti mismo. No tener historia es imposible, nos mienten. Pero hoy en día la historia no tiene valor... ¡si hasta querían reducir las horas de enseñanza en esta materia a los estudiantes de colegio!.

Es que nos enseñan a mirar al futuro, nos hacen creer que podemos tener grandes sueños, que podemos lograr grandes cosas ¿y para qué? para entrar en el sistema y darnos cuenta de golpe y porrazo que si no tienes lucas o pitutos no logras nada. Que si no tienes buena presencia y hablas mal, entonces mejor te consueles "con lo que hay". Nadie nos habla de lo que siempre ha pasado, de lo que pasó antes. Nadie nos habla de las revoluciones que nacieron desde abajo, de la gente anónima que en masa logró grandes cosas... No. Siempre nos hablan de los grandes próceres, de los líderes, como si ellos fueran la revolución, pequeños caudillos que dieron su vida por un noble ideal, sufrieron demasiado por todos, murieron por todos, siempre nos hablan de Jesús, del Che y quisiéramos no ser ellos, entonces olvidamos el pasado. Creemos que porque nos enseñaron a mirar el futuro y dale valor a las cosas vacías, vamos a tener buenas ideas, sabremos que hacer frente al papel blanco que tanto valoramos. Y nos enseñaron a no valorar el presente, llenándonos constantemente de sutilezas y banalidades que copan el día, pensando en el futuro. Entonces la desilusión grande corre por nuestras venas, la inhalamos constantemente. En nuestros padres, madres, el kioskero, el micrero, el feriante, el profesor, el auxiliar, el funcionario, el paco, el guardia del metro, el vendedor de la farmacia, el empacador del supermercado... nosotros mismos. Viviendo una vida que solo mira lo que no existe, lo que está por ser, porque no es capaz de enfrentarse a lo que vive ahora. Nunca leímos la hoja escrita que nos lo advertía, elegimos la hoja en blanco. Y ahora no sabemos que hacer.

El momento en que dejamos de existir

Toda nuestra existencia se volvió un punto en el espacio. No había nada. No hubo angustia, no hubo llantos, ni gritos. Todo se apagó de repente. Entonces nací de nuevo, en el mismo lugar donde me había dejado mi antigua vida, con la misma compañía, con la misma historia, las mismas preocupaciones. Nací de a poco, fui viendo la luz. Sin entender nada comprendí que estaban ahí, no para mi, pero ahí estaban, para ellos, independientes de mi. Recordé cosas, vagas. Supe mi nombre y quien era, lo que estudiaba, lo que me gustaba, mis sueños... Supe entonces mi máscara, en la que estaba enjaulada. Descubrí que había cosas que debía hacer y cosas que no debía, otras que podía y otras que no. Encontré límites y encontré sinfines. Al principio tuve miedo de estar sola, porque estaba comprendiendo por primera vez que tenía una vida, como un pequeño sendero armado en un bosque, pero nada ciertamente determinado. Había muchos errores, decisiones mal tomadas, miedos. Había también risas, momentos alegres, perdones y buenas decisiones. Entonces decidí no caminar sola, aunque sabía que el estaba allí para él, le pedí que me acompañara, desde su camino, el mio. No había forma de que camináramos el mismo camino, pero así estábamos, tomados de la mano, cada uno en su camino.
El calor de su mano me recordaba una vida anterior, de lo que tuve que aprender para vivir otra vez. Sensaciones de pasión, de complicidad. El amor... que bello reconocerlo en los ojos de quien amas, por última vez, por primera vez.
Extraño es comenzar a vivir una vida ya vivida, una vida que ya es, una vida que fue y desde ahora será, marcando un inicio de un fin que nunca fue sino solo para mi.
La conciencia se volvió densa y pegajosa, entonces difusa y complicada. La vida se volvió una pluma mecida por el viento, cayendo despacio. Suave devenir, azar. Al final me fundí en un abrazo tibio, quedé inmersa en ese olor familiar, preparada para una vez más, afrontar la vida que se viene por delante. Un día a día que cansa, agota, merma... pero que al final siempre resulta ser mejor que nada.

Dime lo que quieras...

Voy a sentarme a escribir un rato, porque hace meses que no lo hago. Es otoño... casi invierno. El viento ya se llevó el fuego de los arboles, la lluvia mojó el pavimento y el frío se caló en mis huesos. He visto caer hojas en llamas que nadie más vio, y presencié espectáculos de nubes que nadie notó. Jugué con los charcos, salté en el cemento para no pisar las lineas. Me detuve a mirar como se formaban pequeños ríos en las calles, resistiendo el hecho de que la tierra donde debieron haberse deslizado fue ocultada. He visto todas estas cosas como en los otros otoños... pero este es distinto.
Hay una calidez interior que no me deja en paz. Una sensación serena, de tranquilidad. Una claridad que me hace sonreír. Ni rastros de soledad.
Recuerdo de estos días haber caminado en noches heladas, observando las estrellas, las luces de la ciudad con sus grandes halos. Me hacen pensar en los cuadros de Van Gogh, esos cuadros oscuros llenos de perturbación... pero en el fondo, la tranquilidad de saber que se hace lo correcto, lo que se debe de estar haciendo. La vocación y el amor por cada una de esas pinceladas, que son como las brisas que acarician mi cara en esas caminatas. La rima y la sinfonía están ahí, constantemente, sutilmente. Pero hay que amar genuinamente la poesía de las cosas comunes, para tener el valor de detener el tiempo y contemplarla. Detenerse... de esas cosas el espíritu se nutre.

Quisiera poder sentarme todas las tardes, con una taza de café y algo de chocolate. Acompañarme de tu compañía, tus silencios, tus palabras... tu respiración y tu calor. Y que viéramos pasar el tiempo así, mirándonos tal vez y danzando con nuestras almas, unidas en un divertido ritual de amor.

Sobre el amor...

"Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis de una sola copa; compartid vuestro pan, pero no comáis de la misma tajada. Cantad y danzad juntos y estad gozosos, pero conservad cada uno vuestra soledad"

Khalil Gibrán

Yo quería ser picis

No se porqué me acordé de esto... y tampoco se porqué quiero contarlo, pero la cuestión es que yo tenía fecha para el 26 de marzo. El medico le había dicho a mis papas que yo iba a nacer bordeando el 26 de marzo... y me adelanté. Lo suficiente como para ser piscis en el horóscopo. En realidad no es que eso del horóscopo y el zodiaco me importen... solo lo encuentro curioso. Mi mama paso todo el embarazo en Chiloe. Eso me gusta, por alguna razón me hace sentir un poco de allá.
Marzo es un mes complicado para casi todo el mundo. Eso hace que probablemente a mucha mas gente de lo habitual se le olviden los cumpleaños en Marzo. Tengo la suerte de que en mi casa marzo es un mes no tan difícil, es lo de Enero. Para nosotros abril es difícil, porque corresponde a lo que "trabaja" mi papa en febrero... en realidad no trabaja, en todo el mes. Hace algo mucho mejor, salir de vacaciones. Pero las vacaciones se pagan en abril. Me gusta ese sistema, ojalá sea lo suficientemente organizada como para aplicarlo en mi casa, cuando sea grande y me ponga seria.
Pero volvamos a que me adelanté... algo así como 10 días. En Marzo están de aniversario mis papás... imagino ese primer aniversario como algo tierno... quedan tan pocos días para mi cumpleaños. En el fondo estoy feliz. Me gusta ser la persona que soy a mis -casi- 21. Estoy llena de sueños, proyectos, ambiciones, ideas locas, opiniones...  tengo muchos defectos por mejorar y cosas que quiero hacer. Espero poder cumplir la mayoría, los más importantes. Siento que se viene un año loco... y espero que así sea.