Libertad...

No es que Ernesto se sientiera bien entremedio de toda esa gente, pero se sentía más cómodo de lo que se sentia abitualmente cuando se encontraba con alguien. 

De todas maneras había algo que no lo dejaba tranquilo. Vivía en él una pulsación inquieta que lo obligaba a aislarse de vez en cuando. Y se iba. 

Caminaba horas solo. Se escapaba de su vida. Corría y se escaba de si mismo por momentos. Se arrancaba de su vida, de enajenaba y volvía a un estado de absoluta LIBERTAD.

Esa que había aprendido a disfrutar cuando era un niño, y vivía en el campo. Allá lejos, en esos momentos en que su papá iba a trabajar, y su mamá estaba demasiado ocupada lavando y colgando la ropa, cocinando y arreglando la casa, por aquí y por allá. Entonces él se iba, en soledad junto a Judas, su perro. Y caminaba, horas y horas. Sentia que así se fundía con el paisaje y se hacía parte de él, en absoluta LIBERTAD. 

Así recordaba su infancia Ernesto. Caminaba por las calles del gran Santiago, descubriendo en rincones inexplorados y recónditos, detalles que le recordaban su niñez, a Judas.

Ciertos olores que lo hacían regresar, ciertos colores que lo hacían conmoverse... 

Es que en su vida ya no había tiempo para la LIBERTAD... y él la extrañaba... la extrañaba tanto...

Ernesto un día se fué al campo... y no volvió más.

Pesadilla

Es así como de la noche a la mañana, su inocencia irrumpe en mi sueño y me perturba.

Me destroza su infancia, que hoy como ninguna viene a ser arrebatada.
Lúgubre se alza un lamento, lento grito que desgarra mi alma y a borbotones sale el dolor que eperimento al momento de verlo dormir.
Tan quieto, tan ignorante de su situación. Y por dentro una lucha descarnada por mantener la cordura de quién defiende tal fragilidad. 
La sangre, curioso líquido, que se enferma y nos enferma. Corre por su cuerpo hoy... algo desteñida. Rojo purpúreo que sálva una vida, que mata otra. 
Horror, terror... es la incertidumbre lo que me corroe el corazón. 

Un poco de actualidad no hace mal...

Yo personalmente.... siento un poco de miedo. Una mezcla de miedo e incertidumbre a cerca de este hermoso país, Chile, que es mi país y el de 15 millones de personas más.
Y siento esto... por la incapacidad que tiene el gobernante actual de este país, osea, el presidente, para hablar en público sin decir algún tipo de aberración.Y no me refiero a "MarePOTO" o TUsunami"... si no que a otro tipo de cosas, de mayor peso, que denotan de cierta forma la cultura de esta persona.
Yo no se si quizá sea porque el señor sufre de pánico escenico, y al ponerse nervioso no piensa en lo que dice, o es porque en realidad él lo piensa así. Lo que a mi me parece llamativo y curioso, es que yo tenía entendido que los discursos presidenciales los hacían otras personas, y los revisaban, precisamente para que el presidente no cometiera nungun error a la hora de hablar, para no ofender a nadie, y cosas por el estilo. Y si efectivamente es así, entonces quiere decir que el señor presidente debería cambiar a sus asesores de imagen, a las personas que le hacen el discurso, porque lo estan haciendo quedar bastante mal frente a la gente que posee un poco de sentido común, un poco de cultura.
Por otro lado, si esto no fuere así, querría decir que al gobierno ha llegado un ignorante.
Esque el tipo de cosas que hace, el tipo de cosas que dicen, a mi no hacen más que shockearme, en el fondo son meramente vanales y superficiales, pero es que es realmente impresionante, en la práctica es presidente de Chile y no puede cometer esos errores. Me recuerda mucho a cuando un pequeño niño de 5 años le regalan ese juguete que tanto quería. Ese juguete que estubo pidiendo durante todo el año, y que por fin, llegó. Entonces el niño hace lo que quiere con el juguete, está tan feliz que no revisa las "instrucciones de uso", las "contraindicaciones". Yo, realmente tengo miedo.
Y que pasaría si en una de estas cumbres internacionales, el señor presidente comete algún error garrafal, dice algo que no debió haber dicho, usa mal algún adjetivo calificativo, una conjugación de verbos... quizá que!
Algun país podría llegar a ofenderse y nadie quiere eso.
O quizá que declare algo que no debió haber declarado. Que haga cosas que no debiera haber hecho...
Yo espero que este señor, en un acto de real inteligencia, preescriba sus discursos. Para no equivocarse.  Que piense en lo que va a hacer, se organize y se plantee cuales podrían ser las consecuencias de sus actos. Que repercuciones podría tener "algo" que él haga. A quién o quienes podría ofender con tal o cual cosa.
Yo espero de todo corazón que enmiede sus errores.
Porque más allá de que no esté de acuerdo con él, con lo que nos propone y lo que piensa. Creo que todos deben tener oportunidades, pero que también deben aceptar que se equivocan, que comenten errores, y deben aprender a escuchar las críticas y enmendar los errores.
En fin, la incertidumbre me ataca, y no puedo hacer nada más que esperar.

Referencias:
Diario el mostrador:
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2010/04/24/pinera-mata-a-nicanor-parra-y-dice-que-robinson-crusoe-existio/
Radio Cooperativa:
http://www.cooperativa.cl/colegio-de-enfermeras--vacunacion-de-pinera-banaliza-la-actividad/prontus_nots/2010-04-16/132506.html

GRIS

Los días lugubres son GRISES...

Son esos días en que te levantas con ganas de llorar, con ganas de salir a caminar y vagar por esa ciudad, esa jungla de vehículos motorizados que hacen tanto ruido, dan ganas de perderse en la muchedumbre de autómatas que corren, que van apurados a cosas urgentes pero que en realidad, no van a ninguna parte... 

Y nacen esas ganas incontrolables de subir a la azotea de un edificio y mirarlo todo pequeñito, desde otra perspectiva, sentirse aparte de este mundo por algunos segundos, llorar.

En aquellos días lúgubres uno quiere compañía solo de la soledad...

Esa compañera que amenaza constantemente, nos ronda como un cuervo solitario... graznando suavemente, recordandonos que siempre está allí, escalofriantemente viva y fuerte. 

¿Y que voy a hacer? si cómo dice la canción de los piojos, "yo soy un bicho de ciudad". A veces siento que el caos sopla mi casa, como el lobo soplaba las casitas de los cerditos, pero mi mente está por ceder. El caos es inminente en mi mente... entonces será el momento en que todos mis pensamientos e ideas, en una anarquía absoluta broten de mis labios a borbotones incomprensibles, chorreen como un manantial a travéz de mis dedos, y mi corazón, superado se rehuse a palpitar una vez más... CAOS

Entonces hablemos de mis sueños, que se fueron como barquitos de papel de brillantes colores, hundiendose poco a poco en el mar, ahogandose, en el mar de la conciencia, del futuro, de la madurez, del presente de las limitaciones, del sufrimeinto... alejandose lentamente en el horizonte del "nunca jamás", del "imposible", de "quizá un día...", del "mañana..."



Nunca pierdas la oportunidad de soñar... y de estar solo.

Para esos días lúgubres            

versos para él

Hay algo especial en tu mirar...
que me hace sonreir, mi corazón palpitar
tranquila contigo ahi...
Esque este mundo es de papel
cuando te vas... de aquí, de mí...
Pero si estoy contigo todo es felicidad.
Déjame entrar en tí, amor...
permiteme la entrada en tu pecho,
y en tus brazos un lecho encontrar...
quiero explorar lo que nunca nadie
se artevio a mirar en ti...

me gustan los aviones, me gustas tu.
me gusta viajar, me gustas tu.
me gusta la mañana, me gustas tu.
me gusta el viento, me gustas tu.
me gusta soñar, me gustas tu.
me gusta la mar, me gustas tu.
que voy a hacer,
je ne sais pas
que voy a hacer
je ne sais plus
que voy a hacer
je suis perdu
que horas son, mi corazón

me gusta la moto, me gustas tu.
me gusta correr, me gustas tu.
me gusta la lluvia, me gustas tu.
me gusta volver, me gustas tu.
me gusta marihuana, me gustas tu.
me gusta colombiana, me gustas tu.
me gusta la montaña, me gustas tu.
me gusta la noche, me gustas tu.
que voy a hacer,
je ne sais pas
que voy a hacer
je ne sais plus
que voy a hacer
je suis perdu
que horas son, mi corazón

Me gusta la cena, me gustas tu.
me gusta la vecina, me gustas tu.
me gusta su cocina, me gustas tu.
me gusta camelar, me gustas tu.
me gusta la guitarra, me gustas tu.
me gusta el regaee, me gustas tu.
que voy a hacer,
je ne sais pas
que voy a hacer
je ne sais plus
que voy a hacer
je suis perdu
que horas son, mi corazón

me gusta la canela, me gustas tu.
me gusta el fuego, me gustas tu.
me gusta menear, me gustas tu.
me gusta la coruña, me gustas tu.
me gusta malasaña, me gustas tu.
me gusta la castaña, me gustas tu.
me gusta guatemala, me gustas tu.
que voy a hacer,
je ne sais pas
que voy a hacer
je ne sais plus
que voy a hacer
je suis perdu
Que horas son, mi corazón

No todo lo que es oro brilla

Manu chao - Me gustas tú

La sensación

Es otra vez ESA sensación.

¿Será él?
Que gracioso pensarlo. Y si reflexiono un segundo sobre el asunto, jamás lo hubiera imaginado. Él, precisamente él el que produce tal reacción, tal turbulencia de y contradicción en mi mente. Sonrío tranquila mientras camino y lo recuerdo, mientras ida evoco su suave sonrisa. Y escucho una música que penetra en mis entrañas, dulce rito que lleva mi palpitar a un ritmo descontrolado y bestial. Un olor sensual... una mirada sugerente.

Es otra vez ESA sensación.

No hay título para el divagar de la mente...

Y es curioso cómo nos cambia el mundo. Cómo nos cambia la vida. Que nos cambie la rutina, los amigos, la familia. Que nos cambie la manera de enfrentar un nuevo día y la forma de amar. Que nos cambien los ojos con los que vemos a la gente, que nos cambie la comida. Como es curioso que nos gusten otros olores, otras caricias, otras sonrisas.Y más curioso que nos gusten otras personas, otros ambientes.En un mundo nuevo nadie te conoce.

Podrias ser tú quien mata palomas blancas... y nadie lo sabría. Quizá podrias ser tú el que de noche se cuela en sábanas ajenas. Es posible que incluso seas tú el que esconde mil y un secretos. Pero nadie, absolutamente nadie está enterado.

Y ves la vida simple y tersa, como el volantín que se eleva con el viento suave,que surca el cielo azul, de froma serena, tranquila... bien slow y miras atrás, el pasado... tan lejano queda ya, que produce nostalgia.Aquella seguridad, aquella calma. Otros tiempos dirán, pero yo no lo creo.

Solo camino entre los arbolitos que dejaste olvidados la última vez que me visitaste, y observo cómo los barquitos de papel, de colores brillantes, se pierden en un mar de papel celofán. Y en el horizonte un sol radiante, que sonrie placidamente, me invita a perderme en esta visión, tán inspiradora. Pero entonces recuerdo que mis pensamientos escapan, y tengo que volverme para guardarlos en el corral y que no vayan demasiado lejos... demasiado lejos.

Entonces pienso en ti. En que ahora estas con ella. Y yo hace tanto que no estoy contigo. Y en el fondo nunca lo estube. Pienso en la desilusión y en el desamor, en las oportunidades... Y tengo fe en una vida nueva. Una esperanza en un nuevo comenzar cada mañana sin ti. Habiendote olvidado por completo. Confío en mi olvido, y que pronto quedarás tapado por un montón de ese polvo que cubre lo abandonado.

Juro que quiero creer... pero me cuesta dejarte. Esque estabas tan profundamente clavado a eso que llaman corazón, que creí que jamás podrías salir de ahí. Pero he aprendido que toda herida cicatriza, que a veces impurezas quedan adentro y se reabsorben, pero no molestan. Siempre estan presentes como pequeños fantasmas, siluetas del accidente. Como tú, que me sigue rodando tu sombra en la cabeza.

Y a veces todo se reduce al estado crítico de un palpitar débil. Al frágil llanto. Un desalentador suspiro... un intimidante grito