31 ago 2012

Lo de volverse adulto y esas cosas...

A veces se me va la onda, y como que no me acuerdo de lo que estaba haciendo. Normalmente no es grave, porque no hago cosas muy importantes, entonces emprendo otra actividad hasta que me acuerdo lo que dejé a medias... quizá una conversación, un orden de algún cajón, algo que estaba leyendo, algo que estaba mirando... 

Lo grave viene cuando se me va la onda en general, y no me acuerdo el porqué hago ciertas cosas... como estar estudiando en la universidad o seguir en este sistema que tanto detesto. Entonces me ataca una especie de depresión mezclada con un montón de sueños inconclusos que murieron al momento en que tomé la decisión de ser tan solo un peón más... y me vienen unas ganas locas de salir corriendo al mar y gritar que ya nada tiene sentido. 

En realidad nunca lo tuvo. Nunca tuvo sentido la decisión de seguir siendo parte de una maquinaria tétrica y depravada. Y uno que iluso se cree lo de la vocación y lo de surgir. Con familia feliz, casa con patio, auto nuevo y perro bonito. Al final me doy cuenta de que estoy aquí porque me dejé estar, porque me lavaron la cabeza y me llamaron "madura". Porque se me fue lo de niña, eso de la creatividad y los colores. Todas esas cosas bonitas que le daban sentido a los días como hoy. Me atacó el mundo adulto como una enfermedad silenciosa. Como un alzheimer de la infancia. 

¿y en qué momento sucedió? entre ayer... hace unos años. Me fui perdiendo. Dejé ir las ilusiones como quien deja ir la arena que atrapa con sus dedos. Estoy segura de que no me tocaba esto y sin embargo aquí estoy, encausada como los caballos chaperones a seguir un camino que otros pensaron para mi. Con pocas posibilidades de revolución. A veces me entran ganas de llorar, porque tengo miedo de crecer, porque siento que voy a perder la poca libertad que me queda, esa libertad del alma que nos hace ser tan niños a veces, tan inmaduros, inconsecuentes, juguetones y risueños. 

Eso me pasa cuando se me va la onda en general... me dan ganas de tener otra oportunidad para hacer las cosas bien mal. Para hacer lo "políticamente incorrecto" y seguir un camino que no estaba pensado para mi, pero que si era MI camino... 

Al final... esas ganas de no hacer nada... y hacerlo todo por volver a creer, soñar e imaginar...