31 dic 2010

solo para mi

Se oyen bandurrias. Ese silencio que solo hay antes de que se desate una enorme tormenta. Luego un queltehue solitario que grita, el eco de su tétrico canto, esta noche me da escalofríos. 
Es la calma antes del temporal, es quietud antes de la peor de las pesadillas. 
Refugiada en sus brazos, escucho atónita lo que afuera sucede. La noche es oscura y la luna no brilla. Hoy el cielo ha quedado negro, como el negro azabache de los ojos del caballo, que corre, que se encabrita, que se inquieta allá afuera, que tiene miedo. Comienza a soplar una brisa arremolinada, el horror. Un temor profundo que hace parecer el suave mecer de los árboles, mostruos gigantes, serpientes enormes que abren sus bocas, fantasmas provenientes del mismo infierno, jinetes apocalípticos que viajan volando con capas hechas de cuero humano. Seres horrendos contorsionados y deformes, que caminan rengos se pasean por mi mente, allá afuera de la ventana. 


Pero yo, acostada en mi cama, en nuestra cama... no siento miedo. Mi corazón es una alegre fogata, chisporroteando alegría de verlo durmiendo plácidamente. Porque él ama la lluvia. La luz blanquecina que viene de algún lugar ilumina poco su silueta desnuda. Yo desde el otro lado de la cama, solo lo admiro. No me atrevo a tocarlo pues podría perderse aquel encanto mágico que parece cubrir aquel instante en que todo parece perdido, con un suave velo de algo místicamente maravilloso, eterno... sublime. 


Porque él lo es todo es este segundo, segundo eterno que eternamente busco. Entonces suavemente y con delicadeza, con la punta de mi dedo dibujo su silueta, lo rozo a penas. El goce de tenerlo ahí, para mi... solo para mi.

17 dic 2010

Domingo en el parque

Caminaban de la mano por el parque, disfrutando uno de los tantos domingos que siempre disfrutaban juntos. 
- Papá... ¿cómo es Dios?
El padre la miró tiernamente, suspiró, reflexionó un momento y le dijo
- Dios, hija, es como el sol. Es en quien pensamos cuando el cielo está triste, es a quien disfrutamos esas tardes de primavera cuando encumbramos volantines. Dios es tibieza y amor, una luz que guía, es conocimiento y es quien todo lo sabe, porque todo lo ve y es a donde vamos, cuando nos dormimos para siempre. Dios es luz.

4 dic 2010

Sucede que...

Sucede que hoy desperté con ganas de abrazarlo. Entre mis sábanas descubrí mi deseo de poseerlo. Y llegó Dante, y se paseó por el cuarto, mendigando cariño, observandome con consternación, ronroneando. Y yo sola, con mis ganas de abrazarlo, sentía que mi cama, a pesar de ser pequeña, se me hacía inútilmente grande. 
Y miré por la ventana el día hermoso, el sol que se colaba venía a saludarme, entra por la ventana una brisa tibia que trae un aroma a primavera y verano.
Sucede que hoy desperté con ganas de abrazarlo.