Alegría y PUNTO.

Si pudiera darle PAUSE a mi existencia en este momento. 

 Mi corazón rebosante de alegría, confuso y medio perdido, pero al fin y al cabo feliz, como una lombriz. Mi sonrisa sincera y mis brazos abiertos. Mi disposición inquieta y mi motivación activa. Mi mente saltarina y mi creatividad incontinente. Mi humor dinámico y mi enojo impotente.
Sería como una foto de una niña riendo... un momento NO - TA - BLE, inmortalizado hoy. En este preciso instante.  Aquí y ahora. Algun día...cuando mire atrás y vea este momento... sonreiré. 

 Pienso... cuales serán mis últimas palabras... ¿qué será lo último que diga hoy?... ¿cuál será el último pensamiento que cruze mi cabeza, antes de caer en los brazos de Morfeo? entonces... creo que es momento de decir adiós... hasta pronto... nos vemos... es una promesa...


                                                                                                  FIN

Lejano

Barcos de papel, en miles de colores, los hay rojos, azules, amarillos, ocres, turquesa, violetas y púrpuras... que se hunden en un mar de incertidumbre. Allá lejos, en un horizonte lejano como la utopía...

                                                                                               lejano como tú...

Lejano porque estas ahí... y no estas. Y no hay peor dolor que tenerte realmente entre mis brazos y sentir que estas a cientos de kilometros de aquí. 

Y no encuentro las palabras para decirtelo... se me esconden las palabras... Quiza porque nunca fueron mias...

Te encuentro entre sueños y apareces rodeado de cristales que me hieren, o entre espinas... o en rodeado de un abismo infinito... siempre tan 

                                                                        lejano... 

si tubiera el valor, si tubiera la valentía.... si solo yo pudiera...

ya no llueve

Hoy me siento feliz...
                          Casi como una lombriz

En el metro me sonrió un hombre, porque yo le sonreí primero. Después me miró mientras subía las escaleras... porque él subió por las mecánicas. Al salir de ahí ya no llovía.

                                               Porque ya no llueve en mi corazón.

Medito

Medito, pienso y reflexiono,
en el suelo, sentada en semiloto
respiro sin oir mi respiración,
siento que allí está mi corazón.

Miro el blanco de la pared
y en mi pecho nace una idea
se libera, ya no existe la red
que la atrapa y revolotea
frágil como un colibrí
libre como cuando pienso en tí


perfección, y la luz que guía mi camino hoy se ocurece y titila lejos. El camino lo hago yo... hermano. Hoy he decidido que yo mando. 
Un pie tras otro y asi sigo avanzando, a veces caigo, pero me levanto.

Alzo la frente, porque no estoy triste. Tengo esperanza y fé en el nuevo día, en la nueva vida... en un nuevo beso que calme mis heridas. Que cure el dolor que me causa seguir aquí, estar aún... existir todavía con un corazón de rojo color, que palpita lastimado por los sucesos de hace algunos años...

No estoy conciente de los problemas que hoy me afligen del presente, puedo estar ahí, pero en el fondo estoy paralelamente en la mente, inconsciente, contigo por ahi de frente, mirandote, encarandote. No me evites más porfavor, quiero aclarar lo que pasó...
Quizá una noche, quizá para siempre... desde siempre...

Esque me cuesta entenderlo porque, entiendo que tú tampoco lo entiendes bien. Y quiero pasarla bien. Basta de embrollos, no quiero problemas, vamos un rato, yo te invito, es mi cama, mi casa, mis almohadas....

vuelvo a olvidarlo todo... fluye la conciencia y yo medito, tranquila y las complicaciones y aflicciones se suceden una tras otra delante de mis ojos. Yo las dejo pasar, estoy en equilibrio, en paz. Ni feliz, ni infeliz, ni alegre, ni nostálgica, ni eufórica, ni cansada... solo estoy.


Porque cuando no pienso... solo existo.

y si retrocedo... mátame...

Me siento por estos días algo confundida. Entre feliz, triste, nostálgica y esperanzada. Siento el pecho ciertas cosas que no había sentido núnca. 

Parece que le hice una apuesta al destino y voy perdiendo.

Y no es bueno eso, pues devo concentrarme en mis cosas. Pero constantemente me encuentro distraía pensando en cosas que no debería. Pensando en él, en aquellas cosas que he dejado de hacer, en aquellas cosas que ya núnca volveré a hacer. Y siento esas mismas ganas que sentía hace tiempo de querer evitar esta realidad, de vivir mejor por sobre la realidad. 

Eso es, sin pensar... olvidar ese frágil cable a tierra que me úne al resto. Volar...
Sin pensar...

Disfrutando un momento en aquella sensación de vértigo que inunda el cuerpo, la felicidad y las risas vacías, con miradas idas. Y eso no es bueno para mi...

Creo definitivamente que volver atrás sería una pérdida, pero no hay dolor más fuerte que el de observar desde la miseria, tiempos que fueron mejores. Tiempos en que no me sentía sola, aunque en realidad si lo estaba. 

Hoy pienso en esas cosas y me doy cuenta de que he crecido. He crecido muchísimo. y mis sentiemientos se han vuelto más claros. Ya no es un remolino indescriptible que ataca mi corazón. Es un flujo de sensaciones que se acumulan en el pecho, en el estómago y en la cabeza. Que ahora se distinguir.
¿Cuál será el remedio a esta locura? ¿Quién será la luz que me sirva de guía? 

¿Quién sanará este corazón trizado, que late lento y lastimado? 

esperar me pone ansiosa y me angustia
¿Quién....? y ¿Cuándo?...  

Días extraños

Hoy me sentí a la deriva, como una niña que lleva su corazón expuesto. Y es que hace días que siento que voy por las calles con lo intimo para afuera. Quizá me arriesgo demasiado.  Pero esque mis alas rotas no me dejan ya volar y mis fuerzas van menguando. Mi caminar cansado y desgastado por el tiempo se hace lento...tan lento. Y no me queda nada más por mostrar que lo que tengo al interior, que es bello aún. En mi exterior todo es fealdad y amargura del cansancio que provoca el dolor sufrido. Y es que las corazas nunca me fueron muy amigables y siempre tendí a maltratarlas. Y ahora... que voy vagando con el alma en vitrina, siento un poco de miedo. Porque me confunde el número de veces que siento mi estómago retorcijarce frente a ciertas palabras, y me extraña que sean tantos quienes provocan en mi un dulce ardor en el pecho. Algunos llevan el cielo en el rostro, otros firmeza en la postura, también existen los que llevan la tibieza de un abrazo. 
Y como quien pierde el pudor en la noche fría y se deja consumir por esa pasión que nace de lo profundo. Que se devora por la lujuria en la penumbra, bajo las mantas. Llego yo en mis sueños a desgarrar los sentidos y las razones. Luego escupo en aquellas defenzas que mi mente con cuidado elaboró para defenderme de mi misma y es entonces cuando nace aquel impulso destructivo.
Busco en mí restos de ternura, la inocencia se perdió quien sabe cuando. Ecuentro atizbos de que hubo aquí conciencia, ¿cuándo? ¿porqué?... 
Perdida en la inmesidad de un océano de ideas incomprensibles que se agalopan en mi cabeza y revolotean como colibries hiperquinéticos, llendo de un lado para otro, que baten incesantemente sus pequeños cuerpecillos.
No es bueno, me dicen, andar por ahí, mostrando lo interno a cualquiera. Pero ¿qué quieren que haga?, si lo de afuera, haraposa como está la cubierta, ya no sirve. Es mejor llevarlo todo de frente, lanzarse una vez y ganar o fallar en el intento. Las oportunidades son pocas, y escasas. Si me conocen se asustarían. 
Que terror. No me reconosco en el espejo. ¿soy acaso, esa, yo? 
Mil dudas se aglutinan en el flujo de la normal corriente de absurdidades que circulan por mi cabeza. Entonces estoy absolutamente intranquila e desorientada. ¿dónde ir? ¿qué hacer?
Ya nada es como antes...

FÁCIL

¿amo? ¿odio?... ¿quiero?¿deseo?¿detesto?....
no se leerme, no me escucho, no me siento -¡hola! ¿estoy aquí?- estoy francamente aterrorizada.  

Al fin...

inevitable...

Fué inevitable...
Quizá fué el lugar, la temperatura, la arena. El aroma, las sensaciones, la luz. No se bien cómo explicarlo, pues simplemente sucedió. Fué inevitable al punto que nisiquiera pude cuestionarme antes de que sucediera, si podría habre llegado a no-suceder. Estaba todo predispuesto, y los astros posicionados. Los ánimos de acuerdo, los humores, las pasiones. 
Si, las pasiones por sobre todo. Ellas estaban más de acuerdo que nada. No se bien aún cómo sucedió, cómo fué que terminé allí, cómo fué que estaba allí... él. Como si me hubiese esperado desde siempre, como si me hubiese buscado. Y al fin y al cabo yo lo busqué al él. Bajo la cobija, entre sus brazos. Corazones acelerados, respiraciones entrecortadas. Eso andaba precisamente buscando, desde hacia tiempo, yo. Sentirme protejida, entre subyugada y rebelde, entre obligada y con deseos. Un remolino de sensaciones que se agalopan en mi pecho, un millón de ideas que se cruzan en mi mente, rápidas, efímeras, vanales, superfluas...
No importa cómo fué que sucedió todo eso. Lo importante es que ahora estoy perdida. Confundida, a la deriva. 
Y no quiero saber de nada....